miércoles, 11 de mayo de 2011

LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN (CAPITULOS VI Y VII)





Constantemente recuérdale a la conciencia exterior que cuando tú dices «YO SOY», pensan­do en el poder infinito de Dios, has puesto en fun­ción ese poder para cumplir con éxito la idea que tienes en conciencia.


Verán, pues, qué ridículo es decir «estoy en­fermo, estoy económicamente restringido», cuando parezca faltar cualquier cosa.


Yo quiero que sientas, que aceptes gozoso y que con todo tu ser conoz­cas que el poder de pecipitación no es un mito; es real.


¡Mi amado!, si de pronto sientes que necesitas FUERZA O VALOR, expresa:


«YO ESTOY AQUÍ SURGIENDO Y SUPLIENDO INSTANTÁNEAMENTE».


Si tú necesitas ARMONÍA, de mente o cuerpo:


«YO ESTOY ALLÍ SUPLIÉNDOTE INSTANTÁNEAMENTE Y NO NECESITAS ESPERAR».


No le des un pensamiento al mundo o a los individuos que no comprenden estas cosas. Continúa regocijado en la presencia activa, visible, de lo que tú desees manifestar y ver precipitado en tu vida y tu uso: «YO SOY LA PRESENCIA AC­TIVA Y VISIBLE DE ESTO QUE YO DESEO, YA MANIFESTADO».


El pobre e insignifican­te ser exterior se pavonea diciendo:
«YO SOY DEMASIADO IMPORTANTE PARA PONER ATENCIÓN A SEMEJANTES CUENTOS DE HA­DAS».


Pues permíteme informarte que algún día los indivi­duos que hablan así van a ponerse muy contentos con estos cuentos de hadas y llenarán su mente con esas ideas para verlas surgir.


En cada contacto con el mundo exterior de los negocios y cada vez que haya una condición negativa que aparente tocar tu mundo, instantáneamente toma esta determinación:


«YO SOY LA PRECIPITACIÓN Y LA PRESENCIA VISIBLE DE CUAL­QUIER COSA QUE YO DESEE Y NO HAY HOMBRE NI COSA QUE PUEDA INTERFERIR EN ELLO».


¿No es desastroso que los hijos e hijas de Dios se some­tan a las limitaciones cuando con un esfuerzo persistente y determinado abrirían la puerta y entrarían en esta gran cá­mara interior llena de luz, joyas, oro y substancia de todos los alimentos del universo?


Amado, de nuevo te digo: canta la gran melodía de la Presencia Conquistadora del «YO SOY». Canta en tu cora­zón continuamente, siéntela con toda tu habilidad, agárrate fuertemente a esa determinación.


Los discípulos a veces no realizan que han existido mu­chas civilizaciones con vastos logros totalmente desconoci­dos hoy en día. Atlántida, Lemuria y la Tierra de Mu, son sólo fragmentos de otras grandes civilizaciones que han exis­tido.


Para lograr hacer cosas poco comunes:
« YO SOY EL CORAZÓN DE DIOS Y AHORA PRODUZCO IDEAS Y CO­METIDOS QUE JAMÁS HAN SIDO PRODUCIDOS ANTERIORMENTE».


LA Energía Divina le entra al individuo en un estado de pureza perfecta; es el propio individuo quien recalifica a esa energía, im­poniéndole su propia impureza. Esta energía le entra al hombre continuamente con el latido del corazón y él la tiñe con su propia calidad y la proyecta hacia fuera. Este es su privilegio como Creador, a Imagen y Semejanza del Padre.


Nuestra conciencia individual está siendo proyectada, for­mando ambiente en contorno nuestro. Por eso recibe vibraciones de pesar, de tristeza, de alegría, de amor, bondad, etc. Y las siente como si fueran propias. Si son buenas, no tiene nada de qué preocuparse; pero si son de impaciencia o de tristeza, debe decirles que se retiren y ordenar que se tras­muten para no continuar expandiendo esa atmósfera y con­tagiando a otros.


No consideres el elemento tiempo. Cuando afirmes algo que desees sea manifestado, hazlo con gozo y manténlo fir­memente hasta que se manifieste.


¿QUÉ ES LA LÁSTIMA? ES PONERSE DE ACUERDO CON LO IMPERFECTO. No te dejes jamás invadir por la lástima, pues es como si te dejaras arrastrar a las arenas movedizas teniendo alas con qué elevarte a las alturas, por encima de toda cosa destructiva.


No juzgues; manténte firme en la presencia “YO SOY” y todo manifestará la perfección.




CAPITULO VII


Hay que esforzarse por mantener tranquila en todo mo­mento la expresión exterior; pues cada vez que surge el impulso de discutir, criticar o resistir, es la señal de que la conciencia carnal se está entrometiendo para llamar la atención sobre ella.


Lo impor­tante es conservarse en calma, en Gracia de Amor, Luz y Obediencia.


Es inútil discutir; silencia tú el exterior.


«YO SOY LA OBEDIENTE E INTELIGENTE ACTIVIDAD DE MI MENTE Y CUERPO; YO SOY EL PODER QUE GOBIERNA Y ORDENA TODO ARMONIOSAMENTE».


los estudiantes deben estar en guardia para no aceptar resistencia ni tentaciones de criticar. Cada uno debe usar muy a menudo la declara­ción: « YO SOY LA GUARDIA INVENCIBLE ESTABLECIDA Y SOSTENI­DA EN MI MENTE, MI CUERPO, MI HOGAR, MI MUNDO Y MIS ASUNTOS».


Yo sugiero como actividad preparatoria para cada día que los estudiantes declaren con firmeza y con gozo:


« YO SOY EL AMOR, LA SA­BIDURÍA Y EL PODER CON SU INTELIGENCIA ACTIVA, LO QUE ESTARÁ ACTUANDO EN TODO LO QUE YO PIENSE Y HAGA HOY. YO LE ORDENO A ESTA ACTIVIDAD INFINITA QUE SEA MI PROTECCIÓN Y QUE ACTÚE EN TODO MOMENTO, HACIENDO QUE YO ME MUEVA, HABLE Y PRO­CEDA ÚNICAMENTE EN ORDEN DIVINO».


Y es bueno que durante el día se declare: «YO SOY LA PRESENCIA GOBERNANTE QUE ME PRECEDE A DONDE YO VAYA DU­RANTE ESTE DÍA, ORDENANDO PERFECTA PAZ Y ARMONÍA EN TODAS MIS ACTIVIDADES».


no hay otra forma de lograr adquirir una cualidad o un atributo deseado, sino reclamán­dolo, sabiendo que existe en nuestro espíritu perfecto. El ex­terior se ha acostumbrado a creer en la imperfección del ser humano y, por consiguiente, no puede manifestar perfeccio­nes bajo tales condiciones. El pensamiento del estudiante, en general, es el siguiente: «Bueno, ya comprobé que no manifiesto esta cualidad que yo deseo y debe ser porque no estoy lo suficientemente adelantado». Pero yo te aseguro que el fracaso es imposible cuando se ha puesto en movi­miento el «YO SOY», ya que se ha pronunciado la Verdad, además de movilizar los atributos de Dios.


Muchas veces he visto a mis discípulos a punto de manifestar una gran victo­ria, y no solamente han fallado en el último momento, por la duda y la falta de persistencia, sino que le han cerrado la puerta por tiempo indefinido.


El estudiante debe obligarse a mantener en su mente que cuando se ha puesto en movimiento el Poder de Dios, al pronunciar el «YO SOY», primero ocurre el caos universal antes de dejar de cumplirse la afirmación.


No puede jamás dejar de actuar la actividad «YO SOY», a menos que el ex­terior se lo impida. Esto puede ocurrir cuando la precipitación asoma ya en el plano terrenal y la «efluvia»[1] ataca para destrozarla.


Todo estudiante debe vigilarse con gran atención para no usar el «YO SOY» en expresión negativa, porque cuan­do se dice: « Yo estoy enfermo, o Yo he fracasado, o Yo no estoy actuando correctamente», se está lanzando esta magna energía para destrozar aquello que deseas lograr. Esto ocurre siempre que se usa el pronombre «YO», como ya lo sabes, pues ésa es la válvula que abre el «Poder Universal».


Cono­ciendo que «YO SOY» eres tú mismo, cuando dices: «me duele la cabeza, tengo el estómago malo», etc., estás lanzan­do la energía para que actúe en esos órganos en la forma que estás decretando,


La actitud correcta es que si un órgano aparenta estar rebelde, hay que declarar y mantener con firmeza:


«YO SOY LA ÚNICA Y PERFECTA ENERGÍA ACTUANDO AQUÍ, POR LO TANTO, TODA APARIENCIA DE PER­TURBACIÓN ES INSTANTÁNEAMENTE CORREGIDA».


Enormes resultados se logran en corto tiempo por medio del uso de las afirmaciones siguientes:
«YO SOY LA PURA INSPIRACIÓN; YO SOY LA LUZ PURA. EN ACCIÓN AQUÍ» (visualiza esto en y a través del cuerpo en el propio momento); «YO SOY LA PURA REVELACIÓN DE TODO LO QUE YO QUIERO SABER».


[1] La efluvia es la masa de energía negativa mal usada que flota en todo el planeta, o donde quiera que vivan seres humanos, y que está compuesta de las emanaciones mentales de todos los seres que, no conociendo la Ley de Mentalismo, no saben que sus pensamientos toman forma, quedan flo­tando y despiden una gran fuerza

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