CUANDO Jesús dijo: «Yo Soy la Resurrección y la Vida», emitió una de las más grandes expresiones que se puedan hacer.
«Yo de mi ser propio no puedo hacer nada. Es el Padre nuestro, el "YO SOY", el que hace las obras».
También dijo Jesús: «YO SOY el Sendero, la Vida y la Verdad»,
«YO SOY la Luz que ilumina cada hombre que viene al mundo»
«YO SOY LA PUERTA ABIERTA QUE NINGÚN HOMBRE PUEDE CERRAR».
Dios es el Dador, el Recibidor y el Don, y es el único Dueño de toda la Inteligencia, Sustancia, Energía y Opulencia que existen en el Universo. Si los hijos de Dios aprendieran a dar, únicamente por el gozo de dar, sea amor, dinero, servicio o lo que fuera, la expresión externa no podría carecer de una sola cosa. Sería imposible.
Lo desafortunado en la humanidad, que ha causado tanto egoísmo y condenación sin precedentes entre una y otra persona, es la insistencia en la posesión personal de las maravillosas bendiciones de Dios. No hay sino un Amor actuando, una Inteligencia, Poder y Sustancia en cada individuo, y eso es Dios.
YO SOY la gran opulencia de Dios hecha visible en mi uso ahora y continuamente.
El elemento limitador que tantos estudiantes sienten es, por ejemplo, que ellos comienzan declarando la Verdad cuando usan la afirmación antes dicha, pero antes que hayan pasado muchas horas, si se analizan ellos conscientemente encontrarán que en sus sentimientos hay trazas de duda o temor. Estos dos sentimientos, naturalmente, neutralizan en gran parte la fuerza constructiva que traería rápidamente el deseo o la demanda.
Con esta sencilla comprensión, la palabra fracaso sería completamente borrada de su mundo y, en poco tiempo, de su conciencia, porque vería que está manejando una inteligencia y un poder que no pueden fracasar.
«YO SOY LA RESURRECCIÓN Y LA VIDA». Esta afirmación no solamente purifica el pensamiento, sino que es la fuerza elevadora y ajustadora más poderosa que se puede usar para la corrección de lo que es la más grande de las barreras a la altura del logro espiritual.
Todo el que use la afirmación continua y firmemente, elevará esta maravillosa corriente de energía hacia el punto más alto del cerebro, como fue originalmente proyectado. el individuo sentirá su mente inundada con las más maravillosas ideas, con abundante poder sostenedor, y con habilidad que sale a la expresión y uso para bendecir a toda la humanidad.
Sientan profundamente el dicho de Jesús: « YO SOY la Resurrección y la Vida», repitiendo tres veces en silencio o audiblemente, y observen el ascenso de conciencia que van a experimentar. Hay algunos que necesitarán varias repeticiones para sentir la elevación sorprendente que otros sienten a la primera vez. Esto les demostrará en una forma pequeña lo que se puede lograr con su uso continuo.
NO HAY SINO UNA SOLA MANERA DE LIBERARSE DE ALGO NEGATIVO, Y ES QUE DESPUÉS QUE TÚ SEPAS EL ERROR QUE TIENES QUE SUPERAR, QUITARLE TU ATENCIÓN EXTERIOR COMPLETAMENTE, FIJÁNDOLA FIRMEMENTE EN LA MENCIONADA AFIRMACIÓN.
No hay otra forma posible de traer esta perfección a tu mente, cuerpo y experiencia, sino por medio de la aceptación de la Gran Presencia de Dios en ti. Este reconocimiento pleno hará que el poder interior proyecte dicha perfección de Dios a tu experiencia visible.
«YO SOY LA PLENA COMPRENSIÓN E ILUMINACIÓN DE ESTA COSA QUE QUIERO SABER Y COMPRENDER».
A medida que entras en el estado ascendido, se manifiestan simultáneamente el pensamiento, el sentimiento, la visión y el color.
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