sábado, 6 de agosto de 2011

LIBRO DE ORO DE SAINT GERMAIN




CAPITULO XIII


“YO SOY”   la resurrección y la vida;
YO SOY la Energía que usas en cada acción;
YO SOY la Luz iluminando cada célula de tu ser;
YO SOY la Inteligencia, la Sabiduría, dirigiendo cada uno de tus esfuerzos;
YO SOY la Substancia omnipresente sin límite que puedes usar y traer a la forma;
YO SOY tu Fuerza, tu Comprensión perfecta;
YO SOY tu Habilidad para aplicarla constantemente;
YO SOY la Verdad que te da la Libertad perfecta ahora;
YO SOY la puerta abierta a la Luz de Dios que nunca fra­casa;
Doy las gracias, he entrado en esta Luz de lleno, usando la comprensión perfecta.
YO SOY tu Vista, que ve todas las cosas visibles e invisi­bles;
YO SOY tu Oído, escuchando las campanas de la Libertad que tengo ahora;
YO SOY tu Habilidad de sentir la más embriagadora fra­gancia a voluntad;
YO SOY la totalidad de toda Perfección que desees mani­festar;
YO SOY la Comprensión total, Poder y Uso de toda esta Perfección:
YO SOY la Revelación total y el uso de todos los poderes de mi ser que YO SOY:
YO SOY el Amor, el magno Poder motriz detrás de toda acción.

Con todos mis siglos de experiencia, no puedo más que decirte a modo de estímulo, que mi corazón se desborda de alegría con tu aproximación a la toma del Cetro del Domi­nio. ¡Avanza, mi bravo! ¡No vaciles! ¡Empuña tu Cetro de Dominio! Levántalo, porque «YO SOY» el Cetro, la Llama Inextinguible, la Luz Deslumbrante, la Perfección, que una vez conociste: ¡Ven! Déjame sostenerte en mi fuerte abrazo, que donde ha habido dos por tanto tiempo haya solamente uno, «YO SOY». «YO SOY» el Sabio, el Constructor, la Perfección expresada ahora.

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