Namasté

En sánscrito, significa literalmente "me inclino ante tí".

Una traducción literal de namasté es “saludo la divinidad que esta en ti”.

Normalmente se acompaña por una inclinación ligera hecha con las palmas abiertas juntas, delante del pecho.

En un contexto religioso esta palabra puede tomarse para significar cualquiera de los siguientes casos:

El Espíritu en mí se encuentra identificado con el espíritu presente en ti.

Yo saludo ese lugar dónde tu y yo somos uno.

Me inclino ante lo divino que hay en ti.

Yo reconozco que dentro de cada uno de nosotros hay un lugar dónde la Divinidad mora, y cuando nosotros estamos en ese lugar, nosotros somos Uno.

Mi energía más alta saluda tu energía más alta.

El Dios en mí ve y honra el dios en ti.

Pueda el Dios dentro de ti, bendecirte.

Este saludo reconoce la igualdad de todos y rinde honor a la santidad e interconexión de todos, así como a la fuente de esa unión.

El gesto usado para reverenciar en Namasté es un mudra; una posición simbólica de las manos muy difundida en las religiones orientales.

Una mano representa la naturaleza más alta, espiritual, mientras la otra representa el ego mundano.

La persona que hace el gesto de unir las dos manos está intentando eliminar sus diferencias con otros, y se conecta con la persona a la que reverencia.

La inclinación es una inclinación simbólica de amor y respeto.

En su interpretación esotérica cuando uno rinde culto o una inclinación reverencial, el simbolismo de las dos palmas tocándose es de gran importancia.

Es unir dos extremidades: los pies de la Divinidad con la cabeza del devoto.

La palma derecha denota los pies del Divino y la palma izquierda denota la cabeza del devoto.
Los pies Divinos constituyen el último consuelo por todos los dolores.


NAMASTE
NAMASKAR

NAMASKARA

A TODOS VOSOTROS…

FE Y FELICIDAD EN LA LUZ DE ORO!